viernes, 18 de julio de 2008

Noche , luna y destellos azules

Rayé tantas veces la hoja para darle direccion a este escrito y es q la verdad no se como empezar, ni que empezar...
Pensaba q rayos!, son las 12 am y sigo despierta...estoy a una semana previa a mis exámenes finales y ¿aun despierta? Ohh si!! ... se viene el quinto ciclo y no puedo dejar d pensar en Finlandia y sus atardeceres(q solo he visto en fotos pero trato en lo posible trasladarme hacia allá), en Piquijaca, un pueblo recóndito de Cajamarca, y lo más importante ...el cielo, tiene más apariencia de cielo que en Lima que pareciera un manto (gris?) que atenúa la belleza de esta. Pensaba en su cielo y como debe verse la luna al anochecer desde la casona de una tía mía; y en la oscuridad que pinta las casas y los árboles de sombras, en el olor de las lámparas de kerosene, en la mixtura de olores que emanan los manzanos, naranjos y tantos árboles; y en el olor a tierra.

La sierra..., la apacible sierra, la que despeja de la mente los disturbios y caos de Lima, la q te envuelve con sus bohemias calles y te consume la vida, las ciudades suelen hacer eso, y es que en realidad cautiva... el sentir cada hora de la noche pasar, con el aire que es una mezcla de oxígeno (-en menor proporción) y el smog de los carros, introduciéndose en los pulmones, aniquilando a largo plazo. Aún así las luces, la gente, las reuniones, los sonidos, se tamizan por el cuerpo (en sentido general) creándote esa fuerte sensación de atracción que la caracteriza.
Me incluyo cuando pienso en: la libertad de recorrer las calles y preferentemente cuando están vacías, de noche con el viento y la garúa característicos de invierno.
Cantando las 8, junto a Isabel, caminando, viendo en ocasiones la gente pasar, pensando en la realidad de ciertas cosas, las necesidades cruciales y triviales, que la felicidad es efímera y , que para poder tener una mayor satisfacción de ella, hay que haber experimentado la amargura de ciertas situaciones, es así que disfrutas de esta primera.
Pero regreso a Piquijaca, a aquel portón que sólo conozco por relatos de mi tía
...en el portón azul y su padre mirando los árboles, deseando tal vez tener más vitalidad para poder levantarse de aquella silla en la que quedó postrado desde hace ya más de 7 abriles.
Entonces recuerdo los desvelos y el insomnio que me abruman aún sumergida entre mis sábanas y lo mucho que desearía poder estar allá... sentir el viento recorrer mis manos y despeinar mi cabello...todos esos deseos...todas estas sensaciones y aun sigo despierta... la luna salió y la luz despedida se filtra por mi ventana, envolviéndome en mis memorias y en un ambiente azul, los recuerdos son demasiados que incluso provocan conflictos entre ellos. Luchando cada uno por prevalecer en mi mente, conflictos que reemplazan mis horas de dormir, mas nada puedo hacer...solo decir... la luna se fué ...que tarde se hizo...
-N-

1 comentario:

Elizabeth dijo...

oh si! yo soi esa Isabel (brb) mui bueno tu escrito mujer.. si ke si.. me gusta cuando describes lugares.. i los rekuerdos siempre están ahí, pero t enseñan muxas kosas en la vida.. besos besos my lof.. sigue así!