domingo, 27 de julio de 2008

Une Nuit




5 am..



Desperté envuelta en su aroma, aún en mi cama, entre imágenes confusas, apenas se iluminaba y giré hacia la derecha esperando encontrar algo más que mi almohada, pero en vano...sólo estaba la fiel, fría e inerte almohadilla esperando a que la abrace , esperando que la confunda.


Y un pasaje del día anterior recordé, aquella noche en "el mirador de barranco" frente al mar, junto a Adagio, a pesar de que el cielo estaba nublado podía sentir que la luna y las estrellas eran testigos presenciales de aquel momento, hasta el mar parecía comprender la situación con movimiento ligeros y su musicalidad peculiar parecían favorecer el momento. A lo lejos una cruz iluminada proyectaba una línea de luz en el mar, en el ,dos balsas navegaban, y a mi lado Adagio, con esa mirada de "hay algo que ..." y ese brillo que en la noche más oscura logra destellar sin dificultad alguna, podía sentir como me iba perdiendo en esos ojos color café,cuando escuche a los lejos un "jóvenes esta zona es prohibida" , lo que me trajo de regreso al tronco donde estábamos sentados.


Así que nos retiramos en busca de un lugar con una vista equiparable a la anterior, y caminamos... las palabras iban y venían; y yo con esa necesidad de perderme nuevamente en esos dos portales...Llegamos a otro mirador, la vista no era la misma, pero aun podíamos ver las balsas deslizarse suavemente sobre aquella luz. Y entre la noche, el movimiento de las balsas, un "te extrañé", el sonido del mar y su aroma, el tiempo se colaba rápidamente (aunque yo hubiese sentido que el concepto de tiempo, había cambiado) 10 timbradas (mi reloj) me indicaban que era hora de partir, con mis esperanzas en una mano y la aparente realidad ante mis ojos, el solo caminaba.


En el paradero tomamos la 73 rumbo a mi jaus (casa), recordando la manera en que nos conocimos (muy particular en realidad) y lo mucho que agradeciamos que se hubiera dado en esa forma (asunto que me reservo).


Nuevamente sentía esa resignación, el saber que el contacto más cercano hacia Adagio sólo sería un kiss en la mejilla. En medio de tantas palabras, el sonido de los carros, la gente, un "no solo es eso...", es "algo más...", su mano se deslizó hasta llegar a la mía y entre tanto esclarecimiento ante los supuestos malentendidos, nació un ósculo que estremeció una parte de mi que pensaba ya había muerto.


El camino a mi casa, fue diferente, esta vez regresaba con la satisfacción de saber que esa night había sido plenamente mía....

Adagio se fue, esa noche me acosté tarde y ahora despierto a las 5 de día siguiente, y solo una pregunta pasa por mi mente ...¿acaso fue un sueño?


-N-

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