miércoles, 17 de septiembre de 2008

Adagio

Apareció en un ambiente de música y sombras, con la
Mirada de siempre, con esa magia tan impredecible.
… y es que él es, él será… siempre él.
El viento abrasador que envuelve a las copas de los
árboles en una danza casi violenta, la ultima pieza
de un rompecabezas, el oasis en un desierto .

El puente de mi nada a mi todo y mí alma, el alma que
vuela en sus fantasías, esta alma que vivía circunscrita
por sus ideales y lamentos, misteriosamente es liberada
por aquellos ojos color café.
 

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Dialogo (una tarde de Septiembre)

Adagio: No me odies!
Luz: No lo haría. Obligada mi alma estaría a recordarte, lo cual fuera de lugar me parece.
Adagio: Tal vez.
Luz: Prefiero olvidar, olvidar para superar, superar para avanzar...e ir muy, muy lejos mi amor... Tu me odiarías?
Adagio: No, eso sería recordar como bien has dicho. En todo caso la mejor solución o mal menor sería despreciarte.
Luz: Eso odiar implica.
Adagio: No, despreciar es solo desvalorizar algo.
Luz: ¿Que, te lloro?
Adagio: Ja! No deberías... pero ¿Debemos pensar en eso?, el día extenso será, aunque para nosotros en un solo beso el día se vuelva tarde y en otro ósculo las sombras invadan la tarde y se vuelva noche... Vamos amor, comienza a llover.
Luz: ¿Comienza? hace un buen rato que inicio.

-N-