miércoles, 17 de septiembre de 2008

Adagio

Apareció en un ambiente de música y sombras, con la
Mirada de siempre, con esa magia tan impredecible.
… y es que él es, él será… siempre él.
El viento abrasador que envuelve a las copas de los
árboles en una danza casi violenta, la ultima pieza
de un rompecabezas, el oasis en un desierto .

El puente de mi nada a mi todo y mí alma, el alma que
vuela en sus fantasías, esta alma que vivía circunscrita
por sus ideales y lamentos, misteriosamente es liberada
por aquellos ojos color café.
 

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